domingo, 14 de octubre de 2007

Necesito un cambio

Este blog me aburre. Sí, con la ilusión que lo creé, y hoy tengo la sensación que me aburre. A veces hasta me pesa. Cambio de rumbo, aunque la esencia sigue.

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El otro día, de viaje por Plymouth, conocí a una tipa curiosa. Se llamaba Mary, señora de unos 50 con la que compartí asiento desde Éxeter. Venía a mi ciudad (de acogida) de visitar a su madre. Ella, y esta es la cuestión, me dijo que trabajaba en una fábrica de bastoncillos para las orejas. Me costó mucho entenderla, porque tenía un acento bastante cerrado, y además hablaba muy rápido. Mary lucía chapetas con bufanda, canas con traje gris y ojos azules con medias a juego.

- Llevo trabajando ahí desde que tenía 15 años...
- ¿Desde los quince? Eso es mucho tiempo...y qué es lo que más le gusta de ello?
- El placer.
- ¿Cómo?
- Sí, el placer...seguro que a tí te pasa...tu, déjame que mire -se puso a indagar en mi oreja-, ...tú eres de los que disfruta con un buen bastoncillo de orejas.

La expresión y sus movimientos, segura de sí misma, me hicieron muchísima gracia. Entre risas le dije:

- Sí, bueno, supongo que como todo el mundo, ¿no?
- No a todo el mundo le causa placer un bastoncillo.
- Bueno, supongo que habrá quien utilice otras cosas para ese "placer" -me encargué de apostillar la palabra entre comillas para que no me malinterpretara.

El caso es que la conversación tornó en vivencias dentro de la fábrica con su compañeras de trabajo durante los 80, en cómo la gente se había ido retirando y ella era la más mayor que quedaba, me contó lo que pasó cuando la empresa se fusionó con otra compañía belga y su marido fue despedido -se conocieron allí-; y mientras ella me hablaba, yo no hacía más que preguntarme qué era lo que le hacía sentirse tan tranquila.

Justo cuando estábamos bajando del autobús, me preguntó si me podía dar un consejo.
Abre los ojos y mira. Y entre otros autobuses la perdí, y no volví a verla.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Fantástico relato!! ¿Quien dijo aquello de que en El Reino Unido jamás finalizaría la revolución industrial? Bastoncillos fabricados con sus propias manos, y que otorgan placer... Ufff es un tema demasiado amplio para abarcarlo en un cutre comentario de fotolog, necesitariamos mcuhas horas de radio para hablar de ello.

Anónimo dijo...

Qué bonito saber que aún en los tiempos que estamos siguen existiendo cosas hechas a mano... aunque sean unos simples bastoncillos. No sé que me pasa con ellos pero en mi neceser siempre los llevo, son tan monos... me resultan seres delicados (Uy cómo se me va la olla!)
Tengo unos de The body shop (perdón xla publi!) que son de colores... son de monos!
Además mola usarlos después de la ducha, hacen cosquillitas!! jiji!
Muá "exetereño" mío!

May dijo...

grande havicó y grande sa postal, sosio!! :)

yo también necesito un cambio de rollo blog, porque tihahtarcoño[quemedigaputa].

no me digas que no son 'cutes' mis inglesitos y que no son peculiares..

telita con la feria.. a ver cuando tienes tiempito para que te ponga al día.

loving u,

May.