viernes, 8 de febrero de 2008

Dando toques...o Pokeando [caralibro]

Freaks del mundo, uníos. Amantes de Facebook, abrir bien los ojos.
Reconozco que antes de venir a UK era un odioso del idioma inglés por una sencilla razón: no lo entendía. Ahora que más o menos lo entiendo, le he cogido el gusto hasta leer en inglés -olvidar este detalle, queda super repelente, I know. El caso, que el FACEBOOK, o el caralibro para los más intransigentes, ya está en español.



Bueno, en dos días, no desesperéis. La traducción les ha salido "gratis" a la red social, llevada a cabo por unos 1.500 hispanohablantes. Entre España e Iberoamérica hay más de 2,8 millones de usuarios, algo que pasa y de largo en el número de personas que utilizan Tuenti -un dato que se desconoce pero que rondará los 100.000-sí, parece poco, pero es una bestialidad de gente en cualquier caso. También habrá versión en francés y alemán para los más exóticos.

A mí me gusta más el caralibro, donde va a parar. Y en los próximos días haré una comparación -no en plan freak, descuidad- para un trabajo de una asignatura -la de papiroflexia no, otra-.

Por cierto, muerte a Hi5, MySpace, SexyoNo y demás mierdas varias, eh?

Ah, un último apunte, los de caralibro y su nueva estrategia de negocio pasa, como era de esperar, por el Móvil. Además de poder conectar -un essential- desde teléfonos con wifi, ahora están desarrollando convenios con compañías de teléfonos para enviar mensajes de texto cada vez que alguien te mande un mensaje, te pokee, o te mande una "invitación a ser amigo". ¿Qué esto que significa? Que tienes la posibilidad de arruinarte a la mínima de cambios -cada sms que recibas te lo cobrarán la compañía telefónica, no facebook-, o con la botella medio llena, que no tienes que conectarte para entrar en facebook. Son, podríamos decir, mensajes a cobro revertido -un robo como todo lo que sea revertido...

Hala amiguitos del tecno...cuidaros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es lo que tienen los jefes, al final se les sube el poder a la cabeza y termnian perdiendo el criterio.