lunes, 23 de octubre de 2006

Pongamos que hablo...de Madrid

Ayyyy!!!! Desperézate...merece la pena. Son aquellos pequeños detalles que hacen que días como hoy merezcan ser vividos.

8.30 Me dispongo a salir de la residencia y como en anteriores días, en concreto como en los últimos 8 días, llueve. No hay problema, ya no hay imprevistos por lo que paragüas y chubasquero forman parte de mi atuendo.

8.40 Oh oh..estamos a día 23 y hay una larga cola de gente en la taquilla del metro...es pronto para comprar el abono transporte del mes siguiente...algo huele mal. Una persona sale de la taquilla con un papel...me temo lo peor.

8.43 Ya he bajado las escaleras al andén 2 de la línea 6 con dirección a mi lugar de trabajo. Metro: Moncloa. Creo que en su pequeña morada, las sardinas enlatadas tienen más espacio para moverse a sus anchas que este metro.

9.18 Tras varias paradas, minutos intensos de espera dentro y fuera de los túneles, he conseguido llegar a Moncloa.


Me dirijo a la Fundación cuando comienzo a plantearme todos estos días como una prueba a la resistencia de todos los que viven en esta ciudad, a plantearme el si de verdad merecía la pena cambiar Córdoba o cualquier otra ciudad por venir a ésta. Me empiezo a percatar lo burbujizado que vivo en mi residencia, de ahí al trabajo y del trabajo a la universidad para volver a la resi. Porque...no nos engañemos...esto, calidad de vida, no lo es. Al menos en comparación con lo que tenía. Pero bueno, quiero pensar que sólo me queda éste y otro año en Madrid estudiando mi carrera, y luego ya veremos. Si me quedaré aquí o no, aún no lo sé. Hay quien pondría la mano en el fuego señalando que de aquí no me muevo, pero yo, con días como este, cada vez lo tengo menos claro.

Por cierto...hoy el aplauso (como el anuncio de CocaCola Light) va para la EMT, por actuar con la rapidez que les caracteriza a la hora de arreglar las oportunas averías...otro aplauso, aún más fuerte, para el hombre que decidió entrar en el vagón antes de que todos salieran y el más fuerte, y este, el más sincero, por aquellos que tuvieron la dignidad de esperar al siguiente tren y no caer en la tentación de "voy a llegar tarde tengo que entrar como sea". A ellos, por supuesto, seguro que estaría encantado de conocerlos.

3 comentarios:

Miguel dijo...

Javi, deberías estar trabajando y dejarte de postear en tu blog.
Y ni se te ocurra meterte con el eficientérrimo transporte público madrileño. si no has hecho ejercicio para estar preparado para la temporada del monzón (y el consiguiente colapso de todo sistema de transporte y la declaración de ley marcial "si no se ponen morados es que aún entra otro más") no es problema nuestro.

Anónimo dijo...

Pues yo también creo que te acabarás quedando en Madrizzz... Total, antes que volver a vivir en la pedanía y/o asentamiento nómada que osas a calificar como "ciudad"...
Bueno, si te lo piensas mejor, si acaso vente a Málaga, que serás mejor acogido.
(estás que te vienes... sééé!).
Un besito gordito!

Anónimo dijo...

Javi, ni lo pienses! Madrid es una ciudad increible solo y exclusivamente si tienes la cuenta corriente lo suficientemente hinchada como para poder quedarte en casa. Así de claro. ¿Has visto Match Point? Pues esa vida de rico en Londres es la que merece la pena vivir en cualquier otra gran ciudad. Para los currantes de a pie donde se vive bien es alli donde puedes ir andando al trabajo. Besos. Pilar V.O (version original, siempre)