sábado, 4 de noviembre de 2006

Qué cuesta una sonrisa - Abrazos gratis

Hace unos días me pasó algo, que por cotidiano, no deja de ser insólito.

Entraba en el metro camino a la universidad y, como otras tantas veces, justo tras entrar sostuve la puerta para que la persona que venía detrás no tuviera que hacer gran esfuerzo. Esto que en todos los sitios llaman buena educación.

Iba con la música bien alta en mi reproductor pero escuché un "gracias" que también resulta cotidiano, pero que iba acompañado por una sonrisa....de nada, respondí con la misma sonrisa.

En el vagón me quedé pensando en lo fácil que había sido, por un minuto, hacer feliz a una persona, con el simple hecho de sostener la puerta...son esos pequeños detalles los que hacen, realmente, que tengamos un buen día o un mal día. Pensadlo...si todos, por el motivo que fuera, hiciéramos sonreir a cinco personas cada día, algo que me consta muchos ya hacen, habría menos malas caras, menos irritación.

FREE HUGS

¿Y no es una campaña de publicidad que trata de vender algo? Seguro que la gente de Mccan Erickson no está detrás?

Fusilo completamente un artículo que he encontrado en internet, que algunos ya conoceréis, y que refleja con total exactitud, lo que arriba he comentado.

Este es el link, que sin el permiso de los autores, pego aquí además su contenido:

http://www.pixelydixel.com/2006/10/free-hugs-la-historia-de-juan-mann.html



Free Hugs: la historia de Juan Mann
Escrito por Pixel el 25.10.06 @ 12:28 pm
“A veces todo lo que necesitas es un abrazo”.
Así comenzó Free Hugs Campaign, la historia de una persona conocida como Juan Mann, que un día decidió dar abrazos gratuitamente a la gente en la calle. Por pequeñas casualidades de la vida los abrazos de Juan Mann han roto todas las fronteras, hasta convertirse en un movimiento mundial. Pero eso es otra historia, el final de esta historia.
Enero de 2004, Sydney. Juan Mann acaba de volver de Londres y se siente solo. Sus mejores amigos están lejos, sus padres se han divorciado, ha roto con su prometida y su abuela está muy enferma. Necesita algo para alegrarse así que va a una fiesta, en la que una absoluta desconocida se le acercó y le dio un abrazo. ”

Me sentí como un rey, fue lo mejor que me ha pasado nunca” confesaba recientemente en una de las pocas entrevistas que hay de este personaje. Ese abrazo cambió su vida, y quizás la del resto del mundo. Seis meses más tarde, un 30 de junio, Mann salió a la calle, al Pitt Mall Street de Sidney, dispuesto a repartir abrazos gratuitamente. La gente le miraba extrañada, no sabía cómo reaccionar, hasta que pasados 15 minutos logró el primer abrazo de una anciana.

Juan Mann siguió con su campaña y todos los jueves por la tarde repartía sus abrazos en el mismo lugar de la ciudad más poblada de Australia. Pronto más gente se unió a la causa llegando a aparecer en algunos diarios australianos. Todos debían respetar unas mínimas normas: sólo abrazos, nada de citas, ni nombres, ni números de teléfono. De hecho el propio nombre del protagonista de esta historia es una incógnita, ya que en realidad Juan Mann (pronunciado “One Man”, un hombre) es un juego de palabras.

Un día Juan Mann abrazó a Shimon Moore (guitarrista y líder de los Sick Puppies, cineasta, actor…) que por aquel entonces trabajaba como hombre anuncio en Pitt Mall Street. ¿Por qué haces esto?” le preguntó, y Mann le dio la misma respuesta que a todo el mundo: “porque me gusta dejar sonriendo a la gente cuando se separan de mí” . Shimon se quedó sorprendido “pensé que era la idea más alucinante que había visto en mi vida” declaraba recientemente en una entrevista, así que, decidió grabar en vídeo la historia de su amigo Juan pensando en un posible documental.

La popularidad de Mann y la cámara Moore llamaron la atención de las autoridades de Sydney que tomaron una absurda medida: prohibieron a Mann que siguiera con su campaña salvo que suscribiera un seguro de responsabilidad civil de 25 millones de $. Lógicamente esto no estaba al alcance de Mann. Pero nuestro héroe no se rindió y aunque acosado por la policía, siguió con su campaña aunque recogiendo firmas para presentar frente a las autoridades y seguir repartiendo abrazos. Recogió más de 10.000 que presentó en el ayuntamiento de Sydney que revocó la prohibición.

La historia siguió su curso hasta que un inesperado hecho desencadenó un nuevo rumbo. La abuela de Juan Mann falleció. La noticia llegó hasta Shimon Moore que en la actualidad reside en Los Angeles, y que pensó que tenía que hacer algo tratando, muy en el espíritu del Free Hugs, de arrancar una sonrisa de Mann. Así que recuperó las horas de grabación y realizó una especie de videoclip con las imágenes de Mann y un tema de su banda (’All the same’). El montaje lo hizo en una noche y se lo envió a Mann en un CD con el mensaje: “esto es lo que tu eres”. Además lo colgó en YouTube, seguro que ya lo has visto…

El vídeo comenzó a hacerse muy popular y el 22 de septiembre apareció en la portada de YouTube. La historia apareció días más tarde en el popular programa de la ABC “Good Morning America” y en otros programas de televisión (mira este de la televisión australiana, o este resumen del 60 Minutes Australia). Además se ha transmitido de manera viral hasta llegar a todo el mundo. A día de hoy es uno de los vídeos más populares de YouTube y ya supera los 4 millones de visualizaciones (mientras escribía este artículo, dos horas, ha pasado de 3,9 millones a 4,1).

Pero lo más increible es que el movimiento Free Hugs ha roto todas las fronteras y ya hay gente que se ha sumado al movimiento en todo el mundo: Nueva York, Polonia, Corea, Canadá, Zurich, Roma, Dussledorf, Kiev, Barcelona, Valencia, Tel Aviv

Y sigue…
Sin duda el mayor viral de la historia. Quizás un hombre, Juan Mann (One Man), nunca imaginó hasta donde iban a llegar sus abrazos. Seguro que Shimon Moore ni remotamente imaginó que su vídeoclip iba a convertir a su grupo en mundialmente famoso. Es el poder de YouTube. Quizás ahora no te extrañe tanto que Google lo comprara por 1.650 millones de dólares. Barato por hacerse con el que es quizás, el medio de comunicación más poderoso del planeta.
Juan Mann permanece en su anonimato aunque ya es mundialmente famoso (aunque se ha cortado el pelo porque comenzaban a pararle a todas horas). Sigue yendo cada jueves a Pitt Mall Street. Y sus abrazos siguen recorriendo el mundo…

Fuentes:- Smh.com.au- Entrevista con Juan Mann en Who- Entrevista a Shimon Moore en Who- Entrevista a Juan Mann en la televisión Australiana


Este es el link directo para verlo en YOUTUBE.

http://www.youtube.com/watch?v=vr3x_RRJdd4


6 comentarios:

May dijo...

Pues a mi me sigue pareciendo esto un poco gay, eh? Yo no es por nada, pero no le pillo el encanto... Será que me he vuelto un poco cerrada, consumista y materialista (tal y como exigen los patrones del siglo XXI), pero esto no me impacta.
Además, no me veo dándole un abrazo a un cualquiera. ¿Vosotros sí o qué?

Anónimo dijo...

Por qué no hacer el movimiento?
Aquí en cordoba también llegó, y podeis verlo en you tube, y ver, como algo tan absurdo como es un simple abrazo, puede llegar a partir la cara de uno con una simple sonrisa, sonrisas confortantes.
Por cierto May, aun no he leido nada sobre contagios por abrazos, tu si? Por qué no darselo a cambio de una sonrisa?

May dijo...

hola manolo...
no me has entendido. no lo hago porque "me vaya a contagiar", sino porque soy un poco fría como para abrazarme con un cualquiera. O será que tengo la suerte de tener a los míos disponibles para un abrazo y que no necesito a un desconocido que me de un abrazo (gracias a Dios que tengo esa suerte).
Besitos

Anónimo dijo...

Yo tambien la tengo May, tengo esa suerte, no se si gracias a dios o gracias a MI VIDA, pero por romper barreras...en ocasiones no se pierde nada

Javier Sánchez dijo...

No ve Manuel el crispadito...daros un abrazo y deja de tomarte las cosas a pecho Manuéee...El o será que tengo la suerte no es en plan...YO SI y TU NO...es en plan "tengo la suerte"...no va con segundas...y aunque el Gracias a Dios en muchas ocasiones puede ser entendida como frase hecha, que creo que no es el caso, es igual de lícito que el gracias a MI VIDA...

Y no, no se pierde nada por ROMPER BARRERAS...xo vamos, tampoco es una gran barrera. Es más el gesto.

Anónimo dijo...

Fíjate en esta pequeña e incomprensible pelea por dar abrazos...
Después de leer esto, ¿te parece igual de incomprensible el hecho de que intentaran prohibir los abrazos de Juan Mann?
Quién sabe por qué. Quizás sea simple equilibrio entre luz y oscuridad.